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Biden se desplaza a Michigan para mostrar su solidaridad con los trabajadores de la industria automotriz en huelga.

La decisión del presidente Joe Biden de unirse a los piquetes de United Auto Workers en el día 12 de su huelga contra los principales fabricantes de automóviles resalta su inusual apoyo a los sindicatos, una muestra que parece no tener paralelo en la historia presidencial de Estados Unidos.

Según expertos en historia presidencial y laboral de Estados Unidos, no pueden recordar un solo caso en el que un presidente en funciones se haya unido a una huelga en curso, incluso durante los mandatos de presidentes más fervientes a favor de los sindicatos, como Franklin Delano Roosevelt y Harry Truman.

Si bien Theodore Roosevelt invitó a líderes sindicales y operadores de minas a la Casa Blanca en medio de una histórica huelga del carbón en 1902, lo que se consideró en ese momento como una rara aceptación de los sindicatos mientras intentaba resolver la disputa, la situación actual es inédita.

Si bien es común que los legisladores aparezcan en huelgas para mostrar solidaridad con los sindicatos, los presidentes en funciones han tendido a mantenerse al margen de las disputas laborales para equilibrar los derechos de los trabajadores con las implicaciones en la economía, las cadenas de suministro y otros aspectos de la vida cotidiana, hasta que Biden tomó esta decisión.

Erik Loomis, profesor de la Universidad de Rhode Island y experto en historia laboral estadounidense, comentó al respecto: “Esto no tiene precedentes absolutamente. Ningún presidente ha participado antes en un piquete”.

Históricamente, los presidentes han evitado participar directamente en huelgas, viéndose a sí mismos como mediadores en lugar de intervenir directamente en acciones laborales.

La visita de Biden a un piquete en los suburbios de Detroit representa una manifestación notable de su sólido apoyo a los sindicatos. Su historial incluye un firme respaldo a los esfuerzos de sindicalización en las instalaciones de Amazon.com y la implementación de acciones ejecutivas que promueven la organización de los trabajadores.

Además, obtuvo el respaldo conjunto de los principales sindicatos a principios de este año y, en un gesto significativo, evitó el sur de California para recaudar fondos de alto valor durante las huelgas de escritores y actores en Hollywood.

En el contexto de la actual huelga de UAW, Biden ha argumentado que las compañías automotrices no han hecho lo suficiente para satisfacer las demandas del sindicato. No obstante, la Casa Blanca se ha abstenido de respaldar públicamente demandas específicas del UAW, como un aumento salarial del 40% y la compensación total por una semana laboral de 32 horas.

Biden destacó el lunes, desde la Casa Blanca, que el UAW había hecho grandes concesiones cuando la industria automotriz estaba en crisis, incluyendo la renuncia a sus pensiones, y que ahora los trabajadores deberían beneficiarse de la recuperación de la industria.

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