Los expertos reunidos en Washington destacaron el potencial de los países latinoamericanos para el crecimiento en la producción de energías limpias o renovables como parte de su transición energética y sus objetivos para 2030 según el Acuerdo de París. En particular, enfatizaron la capacidad de la región para aprovechar la energía solar debido a la abundancia de horas de sol, sus recursos naturales renovables y la colaboración de diversos actores.
Roberto Herrera, gerente regional de InterEnergy, una empresa involucrada en energía solar, señaló que se están realizando inversiones significativas en energías limpias en América Latina, especialmente en la infraestructura necesaria para la movilidad eléctrica, como parte de la transición lejos de los vehículos de combustión fósil.
Este sector de energías renovables es uno de los que tiene una participación significativa en la región, aunque todavía falta una sistematización de los datos en términos cuantitativos. Se observa un crecimiento notorio en el sector de las energías renovables en todos los países de la región, lo que ha permitido que estos comiencen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y descarbonizar su matriz de generación eléctrica.
Los países latinoamericanos han comprometido su adhesión al acuerdo global de obligatorio cumplimiento promovido por las Naciones Unidas, que busca reducir de manera significativa las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030. Este compromiso es un incentivo para atraer inversiones en el sector y contribuir a los importantes objetivos de mitigación de los impactos del cambio climático.