Erik ten Hag había comenzado la noche diciendo que no había excusas para el cada vez peor comienzo de temporada del Manchester United.
Después de una sorprendente derrota por 3-2 en casa ante el Galatasaray en la Liga de Campeones el martes, el técnico del United luchó por encontrar una explicación para el último revés de su equipo.
“Cuando doy una explicación, lo verán como excusas. … No podemos cometer los errores que estamos cometiendo ahora”, afirmó. “Tenemos que hacerlo mejor, es tan simple como eso, tenemos que ganar nuestros partidos”.
La sexta derrota del United en 10 partidos igualó su récord al inicio de la temporada 1986-87, lo que llevó al ex entrenador Ron Atkinson a ser despedido y eventualmente reemplazado por Alex Ferguson.
Ese cambio finalmente condujo al período más exitoso en la historia del club y Ten Hag es el último entrenador en tropezar bajo la presión de intentar devolver los buenos tiempos al United después del retiro de Ferguson hace 10 años.
El técnico holandés, que es el quinto técnico permanente desde Ferguson, admitió que estaba en un “período muy difícil” después de que los aficionados dentro de Old Trafford abuchearan a su equipo por segundo partido consecutivo.
“Estamos luchando juntos, nos mantendremos unidos, estamos uno detrás del otro”, afirmó. “Yo, los directores y el equipo, todos juntos, vamos a luchar. Sabemos que tenemos que hacerlo mejor y juntos saldremos adelante”.
El gol de Mauro Icardi en el minuto 81 aseguró la primera victoria a domicilio del Galatasaray en la Liga de Campeones desde 2013 y aumentó la presión sobre Ten Hag.
El delantero ya había desperdiciado una ocasión de penalti que adelantó al equipo turco. Pero fue más clínico cuando corrió hacia el cabezazo de Davinson Sánchez y luego disparó por encima del portero del United, Andre Onana.
Fue la segunda derrota del United en sus dos primeros partidos en el Grupo A de la Liga de Campeones y lo dejó último.
Para empeorar las cosas para Ten Hag, su equipo se había adelantado dos veces con goles de Rasmus Hojlund en cada mitad.
Pero en ambas ocasiones Galatasaray produjo respuestas rápidas para igualar el marcador a través de Wilfried Zaha y Kerem Akturkoglu, mientras que Casemiro fue expulsado al derribar a Dries Mertens para un penalti a los 76.
Icardi falló el penalti resultante, pero no cometió ningún error más tarde.
Una vez más, el pitido final fue recibido con abucheos por parte de los aficionados locales y Ten Hag tenía una mirada familiarmente solemne mientras se abría paso bajo la lluvia vespertina de Manchester hacia el vestuario.
“Al final, los fans están decepcionados como nosotros”, dijo Ten Hag.
El United había llegado al partido tras una última derrota contra Crystal Palace el fin de semana en su peor comienzo de temporada de la Premier League.
Ten Hag había utilizado sus notas del programa previas al partido para reconocer que la campaña del United “no había sido lo suficientemente buena… no intentaremos escondernos detrás de excusas”.
El regreso en casa a la Liga de Campeones bajo los focos de Old Trafford fue la oportunidad de inyectar algo de positividad.
Si bien una derrota por 4-3 ante el Bayern Munich en su primer partido del grupo fue un revés para el United, la clasificación para los octavos de final probablemente dependa de sus resultados contra Galatasaray y Copenhague.
Hojlund fue un poco positivo para el equipo local y mostró su amenaza desde el primer minuto con una carrera por la izquierda y un centro para Bruno Fernandes, quien desvió su disparo.
El delantero valorado en 82 millones de dólares adelantó al United a los 17 con un cabezazo desde corta distancia. Marcus Rashford irrumpió por la derecha y levantó el balón por encima del área donde Hojlund avanzaba para convertir.
Sin embargo, la ventaja no duró mucho, ya que Galatasaray igualó el marcador a los 23.
El ex extremo del United, Zaha, aprovechó un balón largo de Sánchez superando en fuerza a Diogo Dalot y disparando un tiro al suelo que rebotó sobre Onana.
El United debería haber vuelto a estar al frente a principios de la segunda mitad cuando Rashford corrió hacia la portería con Fernandes apoyándolo.
El delantero buscó pasar en lugar de disparar, pero no puso suficiente potencia en el balón y eso permitió que Sacha Boey despejara.
Hojlund pensó que había marcado su segundo de la noche cuando giró inteligentemente en el área y remató, pero fue anulado en fuera de juego.
Volvió a marcar a los 67, cuando aprovechó un balón suelto de Sergio Oliveira cerca de la línea media. El internacional danés demostró ritmo, fuerza y control del balón para contener a Abdulkerim Bardakci y vencer al portero del Galatasaray, Fernando Muslera.
