Durante las últimas cuatro horas, las fuerzas israelíes han llevado a cabo una serie de ataques en Gaza y están buscando “recuperar territorio” en respuesta al ataque coordinado perpetrado por Hamás, el grupo militante islamista que controla la Franja de Gaza. Este sábado, Hamás disparó cientos de misiles hacia Israel, realizó infiltraciones en territorio israelí y secuestró a decenas de civiles y soldados.
La contraofensiva israelí comenzó el sábado y continúa hasta el día de hoy. Además, el ejército israelí está llevando a cabo operaciones ofensivas en el sur de Líbano en respuesta a los disparos desde esa zona hacia posiciones israelíes en el Monte Dov / Granjas de Shebaa.
El grupo militante libanés Hezbolá afirmó que lanzó su ataque en “solidaridad con la resistencia palestina”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que Israel se encuentra en una “guerra larga y difícil” y prometió una “poderosa venganza” contra los militantes palestinos. Netanyahu atribuyó el inicio de la guerra a un “ataque asesino de Hamás” y anunció que la primera fase concluirá en las próximas horas cuando la mayoría de los militantes en territorio israelí sean neutralizados.
El gobierno israelí también anunció la interrupción de suministros de electricidad, combustible y bienes a Gaza.
El peor escenario que Israel temía, con militantes palestinos infiltrándose masivamente en el sur del país, se materializó en las primeras horas del sábado, tras el final de la fiesta judía de Sucot. Decenas de hombres armados lograron penetrar la valla perimetral de Gaza y entrar en Israel por tierra, mar y aire.
Gradualmente, las fuerzas israelíes comenzaron a recuperar el control en la mayoría de las comunidades del sur que habían sido invadidas por los militantes palestinos.
El ejército israelí informó que un “número significativo” de civiles y soldados israelíes fueron capturados como rehenes por el grupo militante palestino Hamás. Entre los secuestrados, se incluyen niños, mujeres, ancianos y personas con discapacidad. Según el teniente coronel Jonathan Conricus, portavoz militar, algunos de ellos están vivos, mientras que se cree que otros han perdido la vida.
Videos que aparentemente muestran a israelíes en manos de combatientes de Hamás circulan en las redes sociales. Esta situación, junto con el gobierno israelí de extrema derecha, ejerce una gran presión sobre Netanyahu para que tome medidas significativas. Por su parte, Hamás no muestra signos de detener el fuego.
La complejidad de la operación de Hamás sugiere que fue planificada durante meses y no fue una respuesta apresurada, según Jeremy Bowen, editor internacional de la BBC. En el centro de este conflicto se encuentra el conflicto de larga data entre árabes y judíos por el control de la tierra en la región.
Estos acontecimientos en rápida escalada ponen de manifiesto que el conflicto no puede resolverse fácilmente y que la violencia y el derramamiento de sangre son inevitables si no se abordan las cuestiones subyacentes.
